Hay numerosos estudios de las tendencias que llevan al ser humano a moverse de una u otra forma. Parece que existe cierta predisposición a comenzar un recorrido desplazándose hacia el fondo y hacia la derecha. Igualmente, el primer instinto es recorrer la tienda en el sentido contrario a las agujas del reloj, osea, empezando por la parte derecha de la tienda y terminando por la izquierda.
Todos estos factores ya marcan algunas pautas claras a la hora de realizar el diseño de un establecimiento: hay que tener en cuenta que las paredes derechas son las más vistas y por tanto tienen más valor que las paredes izquierdas.
Las zonas calientes de un establecimiento son las zonas más visitadas por los clientes y suelen estar al lado de la entrada, junto a las cajas, mostradores, probadores, etc.
Estas sonas se sitúan en la mitad derecha.
Las zonas frías son las áreas más alejadas de la puerta y a las que apenas llega la gente. Aquí se sitúan los productos de primeras marcas y de primera necesidad, ya que así se obliga al consumidor a recorrer todo el establecimiento.
El 70% de los clientes, sólo recorren las zonas calientes, por lo que es muy importante intentar transformar las zonas frías en calientes.